miércoles, 12 de agosto de 2009



Tal vez si encontrara en mi camino alguna pintura de Bren Bataclan el mundo sería mejor...¿o no?

martes, 4 de agosto de 2009

obras del maese Tom Früchtl




presente en el FIAC 09 "No-Arte" en León, Gto.

lunes, 3 de agosto de 2009






fuckyeahdude.org

recomendaciones de hoy (y tal vez de mañana o de pasado mañana)

John Feodorov




Su trabajo consiste en hacer ilación entre distintos campos semánticos. Lo que mueve su obra es el probar con distintos signos y reinterpretarlos, aunque siempre con la conciencia de lo sutil. Esto es, no da todo hecho, facilita que el espectador se de a la imaginería y a través de ella a su vez reinterprete. Así, mantiene la difícil tarea de hacer de un cuadro una obra viva, con la complicidad implícita del espectador.


La selección de colores también tiene que ver con sus gustos personales, demostrándose esto en algo que se hace presente en muchos de sus trabajos, un gusto por el cripticismo abstruso. Como pocos. Los colores de bajo tono le permiten esconder una u otra cosa, haciendo al ojo que trabaje arduamente.


Le gustan los secretos, y se divierte con ellos, haciéndolos factor importante en sus obras. Así, esto le da más profundidad a sus trabajos, pues a través de los signos más accesibles a la mayoría del público, como son momentos simbólicos o bien imágenes clave, lo mismo que alguna frase o algunas palabras, también está la dimensión personal, raptos de mismidad en los que se muestra sin mostrarse, y a través de la universalidad de estos momentos, alcanza la parte no sólo social, sino humana, en la que compartimos el hecho de haber existido de cierta manera, en algún tiempo, en algún momento en particular, aunque no sea más que una ilusión. Hemos existido, lo mismo que él lo ha hecho, y por eso lo podemos interpretar a ese nivel más íntimo, pero entra de nuevo el juego de los secretos, y si bien es cierto que entendemos, las claves personales para interpretar dicho instante en común, plasmado en su obra, son distintos para autor y espectador, llegando así a una nueva síntesis. Lo que no es común se hace común. Las vivencias se cruzan en un punto, aunque no debieran por ser distintas, pero el cripticismo de la obra lo permite, reinterpretando lo que tal vez no fuera. Pero que ya lo es, merced al misterio. Así entonces, Nu no nos nana. Nada da.



Miguel Ángel Guzmán Salas